Caso nº 2: James Bulger

James Patrick Bulger ​ fue un niño de dos años que fue secuestradotorturado y asesinado por dos chicos de diez años, Robert Thompson y Jon Venables.​ James desapareció el 12 de febrero de 1993 en el centro comercial mientras acompañaba a su madre. Su cuerpo fue encontrado en una linea ferraria cerca de Walton el 14 de febrero. Los dos niños fueron acusados de secuestro y asesinato el 20 de febrero de 1993.
El 24 de noviembre de 1993 Robert y Jon fueron declarados culpables de la muerte de James, convirtiéndose en los asesinos convictos más jóvenes en la historia moderna de Inglaterra. Los dos fueron sentenciados a pena de carcel hasta que alcanzaran una edad adulta, inicialmente hasta los 18 años y fueron liberados en junio de 2001.
El asesinato
Las imágenes de las camaras de seguridad del centro comercial captadas el 12 de febrero de 1993, mostraban a Robert y a Jon observando niños aparentemente buscando una victima.​ Los chicos se habían faltado a la escuela, actitud normal en ellos.​ Durante ese día fueron vistos robando varios objetos, como caramelos, un muñeco, unas baterías y una lata de pintura azul para maquetas.​ Más tarde, uno de los chicos confesó que su intención era secuestrar a un niño, llevarlo a la calle ubicada a un costado del centro comercial y empujarlo hacia los automóviles en movimiento para causar un accidente.
Esa misma tarde, James Bulger acompañó a su madre al centro comercial New Strand. Mientras estaba en una carnicería a las 15:40, la madre se dio cuenta de que su hijo había desaparecido.​ James Bulger estaba en la puerta de la tienda mientras su madre compraba cuando fue interceptado por Robert y Jon. Estos se le acercaron, le hablaron y se lo llevaron de la mano hacia las afueras del lugar.​ Esta escena fue captada por las cámaras de vigilancia a las 15:42.
Los chicos caminaron junto a James unos cuatro kilómetros a través de Liverpool, hasta que llegaron al canal Leeds and Liverpool, donde lo dejaron caer de cabeza, causándole heridas en el rostro. Los dos asesionos bromearon acerca de lanzar al niño al torrente de agua.​ James tenía un chichón en su frente y estaba llorando, pero la mayoría de los testigos no hicieron nada para intervenir, pensando que los tres eran hermanos.​ Dos personas se acercaron al trío de niños, pero los mayores les dijeron que James era su hermano menor o que habían encontrado a un niño extraviado y lo llevaban con la policia.​ En un momento dado, los chicos llevaron al niño a una tienda de mascotas, de la que fueron expulsados.​ Los tres llegaron a una vía férrea cerca de la abandonada estación de Walton & Anfield, luego de alejarse de la comisaría de Walton Lane, donde comenzaron a torturarlo.
Durante el juicio se estableció que en ese lugar uno de los chicos lanzó pintura azul para maquetas, que habían robado anteriormente, en el ojo izquierdo de la victima.​ Le dieron patadas, lo golpearon y le tiraron ladrillos y piedras. Le introdujeron pilas en la boca. Finalmente le arrojaron una barra metálica de diez kilogramos, identificada en el juicio como una eclisa, que le provocó diez fracturas en el craneo. El patologo del caso, indicó que James sufrió tantas heridas que ninguna pudo ser identificada como el golpe letal.​
 El informe del patólogo que se leyó durante el juicio detalló que el niño también había sido manipulado.​ Cuando los detectives y la psiquiatra infantil le preguntaron a los acusados sobre este tema, ellos se rehusaron a dar detalles de lo cometido.
Los chicos dejaron a James acostado en el riel y taparon su cabeza con escombros esperando de que un tren lo golpeara e hiciera que su muerte pareciera un accidente. Una vez que los muchachos se fueron del lugar, el cuerpo fue seccionado en dos por un tren.​ Los restos del niño fueron hallados dos días después, el 14 de febrero.​ Un patólogo testificó que el niño había fallecido antes de ser arrollado por el tren. 
Las pruebas forenses confirmaron que ambos muchachos tenían en su ropa la misma pintura azul encontrada en el cadáver de la victima. Si bien ambos tenían sangre en sus zapatos, fue la de Robert la que coincidió con la de Bulger en la prueba de ADN.​
Los dos muchachos fueron acusados por el asesinato de James Bulger el 20 de febrero de 1993 y comparecieron ante la Corte Juvenil de South Sefton dos días después, permaneciendo bajo custodia policial a la espera de juicio, hasta que fueron sentenciados a detención indefinida.
Arresto

​ Las pruebas forenses confirmaron que ambos chicos tenían rastros de la misma pintura azul en su ropa como la encontrada en el cuerpo de Bulger. Los dos tenían sangre en sus zapatillas; la sangre en el zapato de Thompson fue analizada y se confirmó que pertenecía a James Bulger. Una serie de heridas marcadas en la mejilla derecha de Bulger encajaban con una parte del zapato de Thompson; rastro de pintura en el zapato de Venables indicó que debió haber usado "algo de fuerza" cuando golpeó a Bulger.
Los dos chicos fueron acusados por la muerte de James Bulger el 20 de febrero de 1993,​ y comparecieron ante la Corte Juvenil de South Sefton el 22 de febrero de 1993, cuando fueron retenidos en custodia de las autoridades.​ Luego de su arresto, y a medida que el juicio avanzaba, se empezó a referir a los chicos como niño A y niño B.​ A la espera del juicio, fueron custodiados en diferentes dependencias donde serían sentenciados.
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Jon Venables, James Bulger y Robert Thompson

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