Caso nº 5: Familia Gill

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La desaparición de la familia Gill se produjo el 13 de enero del año 2002 en la provincia de Entre Ríos (Argentina). Los seis miembros de esta familia desaparecieron sin haberse encontrado rastro y su paradero sigue siendo desconocido. Este caso ha sido caracterizado como "misterioso" por gran parte de la prensa y los implicados con el mismo.






La familia vivía en la estancia "La Candelaria", donde Rubén Gill y su esposa Margarita trabajaban, desempeñándose como caseros y en diversos trabajos rurales. La estancia, de alrededor de 500 hectáreas, se ubica en el pueblo de Crucecitas Séptima, a 50 km de Paraná, la capital provincial, y pertenece a Alfonso Goette, quien fuera patrón de Rubén y Margarita.
La desaparicion
La noche del 12 de enero de 2002 la familia se dirigió a Viale, una localidad cercana, al velatorio de un amigo llamado Máximo Vega. Esta es la última vez que fueron vistos. En abril de ese mismo año, Goette se comunica con familiares para indicarles que los Gill no han regresado de los tres meses de vacaciones que les dio en enero.​ Según la investigación policial, el día 13 de enero se habrían realizado llamadas desde el celular de Rubén al teléfono de una mujer domiciliada en Rosario, a la que no fue posible localizar. Este celular se mantuvo activo hasta abril del 2003, 15 meses después de la desaparición. Un vecino de apellido Villanueva, quien vive enfrente de "La Candelaria", cree haber visto a Mencho Gill andando a caballo durante el día 14 de enero.
Luisa Eva Gill (hermana de Rubén) realiza la denuncia policial en la comisaría de Viale por la desaparición de la familia. La causa fue caratulada como "averiguación de paradero" y quedó en manos del juez Jorge Sebastián Gallino, de la ciudad de Nogoyá.​ A mediados del año 2015 la causa pasó al juez Gustavo Acosta.
La investigacion
A mediados del 2003, el juez Gallino ordena una inspección. Ningún vecino o pariente tenía conocimiento de qué había pasado con los Gill, y que se hayan ido por su propia cuenta era improbable: no tenían vehículo propio, conseguir trabajo en esa época de crisis era difícil y Margarita, quien tenía otro empleo en la escuela del pueblo, no había cobrado su último sueldo.​ En el 2006 el abogado querellante de la familia Gill, Elvio Garzón, manifestó que en la desaparición de la familia habían intervenido algunos policías que prestaron también servicios en las dependencias policiales en las zonas donde desaparecieron el contador Amado Abib y del arquitecto Mario Zappegno. Esta hipótesis no fue probada ni consta en el expediente.
En el año 2008 se realiza un allanamiento en la estancia La Candelaria, donde se levantó el piso de la misma, se excavaron pozos, y se buscó rastros de sangre usando luminol. Se encontraron tres muestras de sangre humana, sin el patrón genético de los Gill, aunque los peritos dejaron en claro que por el paso del tiempo las muestras podrían estar contaminadas. ​ Asimismo, se detectó la presencia de moscas que rondan cadáveres humanos.​ Se monitoreó el campo con ecosonda, con el fin de encontrar rastros de tierra removida, pero no fueron detectados.​ También en el 2008 se llevó a claro una "autopsia psicológica", mediante la cual un psicólogo forense llegó a la conclusión de que los Gill no tenían motivos psicológicos o religiosos que los llevaran a cortar lazos con sus seres queridos y que si bien la familia tenía poco contacto con otras familias de chacareros de la zona, Rubén era un hombre alegre, locuaz, sociable, al que nunca se le veía triste. No obstante, varios testimonios informaron que en días previos a su desaparición, se lo había visto callado, pensativo y muy preocupado.En noviembre del 2011 se realizó una búsqueda en un pozo lindero al campo donde vivían.
Durante la investigación del caso, se siguieron pistas por distintas provincias argentinas, así como en Paraguay y Brasil, pero sin lograr resultados. Entre las distintas hipótesis, se habló de una desaparición no forzada, un enfrentamiento con el dueño del campo y un conflicto sentimental. Ninguna de ellas condujo a resultados favorables.​ No aparecen en ningún registro, ni laboral, migratorio, educativo, o de seguridad social.
Composicion de la familia
  • Rubén Gill (56 años)
  • Margarita Norma Gallegos (26 años)
  • María Ofelia Gill (12 años)
  • Osvaldo José (9 años)
  • Sofía Margarita (6 años)
  • Carlos Daniel (4 años)



video sobre la investigacion
 


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