Caso nº20: Ted Bundy
Theodore «Ted» Robert Cowell Bundy (Burlington, Vermont; 24 de noviembre de 1946 - Bradford, Florida; 24 de enero de 1989) fue un secuestrador, violador y asesino en serie de mujeres estadounidenses. Después de más de una década negándolo, confesó treinta homicidios que cometió en siete estados entre 1974 y 1978. El número real de víctimas es desconocido.
Se le comprobaron treinta asesinatos, fue condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989.
Primeros delitos y asesinato
Antes de comenzar a asesinar perpetró una serie de hurtos en casas y comercios.
El 4 de enero de 1974, entró en el cuarto de la universitaria Joni Lenz, de 18 años, la golpeó con una palanca metálica y la violó con una pata de la cama. Al día siguiente, la chica fue hallada malherida y sobrevivió con un daño cerebral permanente. Bundy tenía 27 años.
Veintisiete días después atacó a la estudiante de psicología de la Universidad de Washington Lynda Ann Healy, de 21 años. Bundy entró en su dormitorio, la dejó inconsciente con un golpe y la sacó de la escuela. Nadie notó la ausencia de la joven hasta el día siguiente. La policía no estableció ninguna conexión entre las dos agresiones y tampoco se hicieron mayores pruebas ni estudios de la escena del crimen. Los restos de Lynda Ann fueron descubiertos un año después en una montaña cercana.
Comienzan los asesinatos en serie
Durante la primavera y verano de 1974 desaparecieron varias universitarias y madres jóvenes. Se calcula que fueron ocho víctimas a las que atacó de noche, hasta que comenzó a hacerlo de día. La policía había iniciado una investigación y contaba con descripciones acerca de un hombre que solicitaba ayuda a chicas que jamás volvían a ser vistas. El individuo tenía la particularidad de ir cargado con libros y llevar un brazo enyesado o en cabestrillo. También hubo testigos que observaron a un hombre que solía tener «problemas» para arrancar su Volkswagen, el cual había sido visto rondando el sitio donde desaparecieron dos de las jóvenes asesinadas.
El 9 de febrero de 1974, Carol Valenzuela, de 20 años, desapareció de Vancouver (Canadá). Su cadáver no fue descubierto hasta el mes de octubre junto a otro cuerpo sin identificar.
El 11 de febrero de 1974 desapareció Nancy Wilcox, de 16 años. Su cuerpo nunca fue hallado.
El 12 de marzo de 1974, Donna Manson, de 19 años, fue vista por última vez mientras iba a un concierto de jazz en el campus de la universidad en la que estudiaba.
El 17 de abril de ese mismo año, Susan Rancourt, de 18 años, caminaba por los jardines del Central Washington State College cuando desapareció.
Un mes más tarde desapareció Roberta Parks, de 20 años, quien había quedado con unas amigas para tomar café. Nunca llegó. Parks se encontró con un hombre aparentemente lesionado que le pidió ayuda para subir unas cosas a su auto. Jamás fue vista de nuevo.
El 1 de junio de 1974, Brenda Ball, de 22 años, salió de la Taberna Flame en Burien (Washington) después de comentar a sus amigos que iba a buscar a alguien que la llevara a Sun City (California). La última vez que la vieron estaba hablando con un hombre con el brazo en un cabestrillo. Diecinueve días más tarde se descubrió que Ball nunca llegó a su destino.
El 11 de junio de 1974, Georgann Hawkins, de 18 años, perteneciente a la fraternidad Kappa Alpha Theta de Seattle, desapareció después de despedirse de su novio e ir a buscar unos libros para un examen de castellano. Su compañera de habitación y la encargada del dormitorio reportaron su desaparición a la mañana siguiente.
El 14 de julio del mismo año, la universitaria Janice Ott dejó una nota a su compañera de habitación avisándole que se iba en bicicleta al parque del lago Sammamish. Ahí se le vio conversar con un hombre que tenía el brazo enyesado y le pedía ayuda para cargar libros en su auto. Días después volvió al mismo parque y secuestró a Denise Naslund, la cual pasaba el día con su novio y amigos. Los restos de Janice y Denise fueron encontrados en agosto de 1974 en el mismo lago Sammamish.
Bundy despistaba a la policía porque sabía cómo alterar su aspecto físico. Se cambiaba el peinado, se dejaba crecer barba y bigote o se los afeitaba. También cambió de residencia y se mudó a Midvale (Utah), donde el 30 de agosto de 1974 se matriculó como estudiante en la Facultad de Leyes en la Universidad de Utah.
El 18 de octubre de 1974 asesinó a Melissa Smith, la hija del sheriff local. La secuestró mientras ella iba a pasar la noche en casa de una amiga. Su cadáver fue encontrado nueve días después en Summit Park.
El 30 de octubre de ese año, desapareció Laura Aimee, de 17 años, cuando volvía de una fiesta de Halloween. Su cadáver fue encontrado en los montes Wasatch mostrando signos de haber sido golpeada en la cabeza con una cuña de metal y violada. Sin embargo, parecía que Bundy conocía a la muchacha debido a que hubo muchos testigos amigos que le contaron a la policía que estuvo acosándola y apareciéndose en lugares que la muchacha conocía y frecuentaba.
La policía inició una investigación y descubrió similitudes en el modus operandi con algunos asesinatos ocurridos en Washington. Entre ambas comisarías elaboraron un retrato hablado del posible aspecto que tendría el asesino.
Identificación y posterior captura
Debido al retrato hablado del asesino, una amiga cercana de Meg Anders lo reconoció como Ted Bundy. Meg Anders también llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su novio podría tener algo que ver con las muertes. A pesar de que se facilitaron fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otros informes. La atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años más tarde.
Bundy adoptó la estrategia de trasladarse de un estado a otro para evitar que la policía descubriera sus patrones. Con el paso del tiempo sus ataques se volvieron cada vez más erráticos y temerarios. Algunas de sus víctimas se convirtieron en testigos, lo que más tarde haría posible el enjuiciamiento de Bundy.
El 16 de agosto de 1975 un patrullero detuvo un Volkswagen para comprobar su matrícula. El sospechoso se dio a la fuga, pero fue detenido poco después. En el auto se encontró una palanca de metal, esposas, cinta y otros objetos que dieron inicio a una investigación a gran escala en torno a Theodore Robert Bundy.
Primer juicio
El 23 de febrero de 1976 comenzó el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. Tenía 29 años y entró en la sala con la confianza de que no existían pruebas suficientes contra él. Sin embargo, Carol DaRonch lo señaló como el hombre que intentó secuestrarla y amenazó con matarla. Él negó conocerla, pero carecía de coartada. El 30 de junio de 1976 fue sentenciado a una condena de 15 años de prisión con posibilidad de libertad condicional.
En prisión, los médicos le efectuaron pruebas psicológicas y toxicológicas concluyendo que no era psicótico, ni drogadicto o alcohólico, y que tampoco sufría algún tipo de daño cerebral. Los resultados de las pruebas permitieron seguir preparando procesos en su contra.
Las pruebas periciales del Volkswagen determinaron que las muestras de pelo encontradas en el vehículo pertenecían a Melissa Smith y Caryn Campbell. Exámenes posteriores revelaron que las contusiones cerebrales en ambos cuerpos podían haber sido ocasionadas por la palanca encontrada en el coche de Bundy. La policía de Colorado levantó cargos por asesinato el 22 de octubre de 1976. En abril de 1977 fue trasladado a la prisión del condado de Garfield, Colorado.
Fugas
Durante los preparativos de su segundo juicio, Bundy despidió a sus abogados y decidió defenderse él mismo. Por ese motivo se le permitió visitar la Biblioteca de la Corte de Aspen (Colorado). El 7 de junio de 1976 saltó desde la ventana de la biblioteca, lesionándose el tobillo. Aun así, eludió a la policía durante seis días y sobrevivió robando y durmiendo en una cabaña abandonada. La policía lo atrapó cuando trataba de robar otro Volkswagen con las llaves puestas.
Volvió a escapar de nuevo en enero de 1977 trepando al techo de una de las estaciones de la cárcel, para desde ahí acceder a otra parte del techo que desembocaba en el armario de un departamento vacío del penal. Esperó a que no hubiera nadie cerca y salió por la puerta delantera de uno de los departamentos de los funcionarios de prisiones. Hasta la mañana siguiente, pasadas quince horas, no se dieron cuenta de su desaparición. Esta vez huyó a Chicago y Florida usando el seudónimo de Kenneth Misner.
Últimos crímenes y arresto
El 14 de enero de 1978 el edificio de la fraternidad Chi Omega, de la Universidad de Florida, estaba semivacío cuando Nita Neary volvió en la madrugada. Le extrañó que la puerta estuviera abierta y decidió esconderse. Vio salir del edificio a un hombre con una gorra azul y una carpeta envuelta en un trapo. Creyendo que habían asaltado la fraternidad, fue en busca de su compañera Karen Chandler, a la que encontró tambaleándose por el pasillo herida gravemente. Otra compañera, Kathy Kleiner, fue hallada con vida, aunque malherida, en su cuarto.
La policía encontró el cadáver de Lisa Levy, que había sido golpeada en la cabeza y brutalmente violada. También estaba el cadáver de Margaret Bowman, estrangulada mientras dormía, con un golpe en la cabeza que le destrozó el cráneo. El resto de las chicas no pudieron aportar más pistas, salvo el testimonio de Nita Neary.
No lejos de allí, Bundy atacó a Cheryl Thomas, quien sobrevivió a una paliza brutal. Su cráneo fue fracturado en cinco lugares, tenía la mandíbula rota y un hombro dislocado. La joven sufrió pérdida permanente de la audición y problemas de equilibrio. En la escena del crimen se encontraron evidencias corporales, como cabello y sangre del autor.
El 9 de febrero de 1978 secuestró a Kimberly Leach, de 12 años, en Lake City. Su amiga Priscila narró a la policía que la había visto subirse a una camioneta blanca con un hombre del que no pudo aportar más datos. Bundy la secuestró mientras regresaba a la escuela por un bolso olvidado. La convenció para irse con él y la llevó a un lugar aislado para agredirla sexualmente. Murió durante la violación. Ocho semanas después se encontró en Florida el cuerpo de Kimberly.
Tras el asesinato de Leach, Bundy, por alguna razón, regresó a su apartamento de Tallahassee. Al parecer, se deshizo de la furgoneta blanca que utilizaba y casi fue detenido cuando intentaba robar otro vehículo. Escapó cuando el agente lo dejó solo mientras revisaba las placas del coche robado. De regreso a su apartamento, limpió el lugar de huellas, robó un Volkswagen y finalmente dejó Tallahassee. Después de algunos encuentros intensos con los empleados del hotel en relación con sus tarjetas de crédito (eran robadas y habían sido denunciadas), Bundy terminó en Pensacola, Florida, donde las placas del auto robado fueron reconocidas por un policía de patrulla, que lo detuvo después de una corta persecución y de una breve lucha.
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